Nace en Facinas el veintiocho de mayo de mil novecientos cuarenta y cuatro, es decir que cuenta con más de sesenta y cinco años. Hijo de Manuel Ojeda Benítez y Josefa Oribe Muñoz, y hermano de Manuel, Ramón,  Milagros y Juan.  El primero de ellos, Manolo, tuvo la mala suerte de sufrir un accidente en el tren que le transportaba como emigrante buscando una mejor vida fuera de España. A consecuencia de ello murió, y cuentan que entregó la vida por salvar a otras personas.

         Está casado José con María Reina Gallardo y tienen cuatro hijos del matrimonio; José Manuel, Isabel, Antonio y Mariló. En la actualidad cuenta con nietos y hasta con un bisnieto.

         Por las necesidades de aquellos tiempos, comenzó a trabajar siendo aún un  niño, en todas aquellas faenas típicas por estos lugares. Siempre fue dinámico e inquieto.

         Su carácter formal y agradable hace que sea  querido por todos. Pero por lo que José ha sido admirado y  destacado en el pueblo es por su afición al deporte, concretamente al fútbol. Nadie por estos lugares ha visto a una persona con la pasión de éste hombre por correr detrás del balón. Cuando éramos niños aún y nos íbamos al Matavaca a jugar, no se me olvida que aparecía corriendo en pleno verano desde cualquier monte cercano donde trabajaba en las corchas, incluso con el hacha en las manos que la ponía junto a la portería antes de incorporarse al juego.

          Su afición cobra más mérito al verlo hoy, con sesenta y cinco años cumplidos, correr hasta el campo de fútbol para jugar con los chiquillos y jóvenes que pueden ser sus nietos. Su condición física natural debería ser motivo de algún estudio.

         Desde aquella serie de televisión llamada Curro Jiménez, y por mantener cierto parecido con uno de sus personajes, los amigos le pusieron como sobrenombre el de “Algarrobo·, con el que es conocido amistosamente.

         Tenemos casi la misma edad y compartimos  la afición, por lo que hemos sido compañeros durante muchos años. Ahora yo no puedo seguirle.
        
         Ha sido habitual durante tantos años, verle salir desde  su casa para bajar corriendo hasta el campo, y regresar de la misma manera después de estar corriendo sin parar durante los partidos.
 
         Es José un personaje del pueblo, buen padre de familia, trabajador incansable y cumplidor en cualquier faena, sobre todo en la construcción, pero para muchos es el ejemplo más impresionante de la pasión por la práctica del fútbol. Y todavía sigue en activo.

Presente en todas las formaciones de equipos de Facinas, esta foto tiene cuarenta años.

 
Esta foto es reciente, menos de un año, de espaldas, con el número 12, sigue José la trayectoria de esa pelota que  ha sido el objeto a seguir  durante toda su vida